El Diario de Hermione 1

Vamos a empezar a relatar en el Diario de Hermione precisamente eso, los sentimientos que creemos que Hermione escribiría en su diario a lo largo de todos los libros. Entre todas nos iremos turnando, y a mí me ha tocado ser la primera en ponerlo xD

El trocito se sitúa después de que Hermione lanzara los pájaros a Ron cuando se enfadan por lo del partido de quidditch y Lavender.

Ojalá os guste!! ^^

Quizá no sea el mejor momento para escribir esto... pero necesito desahogarme y no creo que hablar con Ginny sea la mejor opción.

A lo mejor me he pasado cuando le he lanzado los pájaros a Ron... ¡pero es que se lo merecía! ¿Se puede saber qué le he hecho yo?

¡No lo entiendo! Últimamente se comporta rarísimo... ¿y yo qué?

Estoy harta. Me da igual lo que haga o deje de hacer. Además, ¿por qué tengo que ir yo? Que venga él... claro que no lo va a hacer... Tiene que ser la tonta y débil Hermione la que termine llorando cuando nos peleamos e intente arreglarlo... ¡Pues no! Ni hablar, esta vez no.

Que vale sí... pensaba que había parado todos esos disparos en el partido gracias al Felix Felicis, pero ya sabía que él podía hacerlo! Lo demostró en la prueba de selección, aunque precisamente, si entró en el equipo fue gracias a mí y el hechizo de confusión que hice a McLaggen. Pero no... el señorito siempre tiene la razón y yo simplemente soy un estorbo... Pues si de verdad quiere arreglarlo tendrá que venir él a pedirme perdón.

Pero como ahora está con la tal Lavender... ¿Qué le habrá visto a “esa”? Si no tiene ni dos dedos de frente... no es capaz ni de hacer la o con un canuto... pero claro, eso no importa. Es mejor que tenga mucho pecho y esté buena a que sepa aunque no sepa ni coger la varita. Total... más sencillo! Cuantas menos neuronas, menos problemas...

Pues que disfrute... porque lo que es a mí, no me va a ver el pelo en muucho muucho tiempo.

Y lo siento por Harry. Sé que hizo lo del Felix Felicis con su mejor intención, y seguramente ahora se está arrepintiendo... pero ya le vale. ¿De verdad que necesitaba hacer todo eso para que Ron se parara los golpes? Menos mal que soy yo la que tiene poca confianza en su habilidad como guardián... Pero obviamente, Ron no se va a cabrear con su amiguito Harry... no... es mejor cabrearse conmigo! Al fin y al cabo... ¿qué soy? Una simple empollona, pesadilla de todos, que no tiene amigos.

No sé cómo lo voy a hacer a partir de ahora, pero tengo una cosa muy clara... no le pienso dirigir la palabra a Ron ni aunque me obliguen.

Ahora debería irme a dormir...

Sé que no voy a poder conciliar el sueño, pero lo intentaré con todas mis fuerzas... no pienso darle la satisfacción de verme mañana con ojeras por su culpa. El imbécil de Ronald no se merece ni una sola lágrima, y conforme pasa el tiempo me lo está demostrando cada vez más...

Espero que duerma bien esta noche... porque desde luego, a mí, no me pesa nada en la conciencia...

¡¡Que seas feliz Ronald!! Pero lejos de mi vida... muy lejos. ¡Te odio! T_T (aquí lo suyo sería la sombra de una lágrima o algo así peero... a falta de recursos... emoticones! xD)